lunes, 17 de marzo de 2025

 

Mi postura ante el gobierno del cambio … de ese “cambio” al que se oponen férreamente

Olga Consuelo Vélez

Ya casi van a ser tres años del gobierno de Gustavo Petro y las opiniones siguen igual de divididas que antes de su elección. Personalmente apoyé su candidatura y he ido acompañando su gobierno, pero no tengo la formación política suficiente como para entender tantos intereses necesarios para este juego político, ni acompaño cada paso dado por el gobierno para tener todos los elementos de juicio. Pero desde mi percepción, nunca pensé que el “cambio” fuera a llegar en tres o cuatro años. Y, por eso, no me extraña que no veamos cambios súbitos, como tantos esperarían, porque es imposible. No dependen de la voluntad de un presidente sino de toda la estructura de gobierno que no es nada fácil.

Por esto opino que Petro ha buscado hacer “cambios” en la salud, lo laboral, lo educativo, lo pensional, la reforma agraria, etc., y lo ha hecho pasando por las estructuras gubernamentales quienes, en definitiva, aceptan o rechazan. Pero, el problema es que solo se encuentran obstáculos por parte de la oposición. Algunos quisieran que el gobierno cediera a todo lo que dice la oposición, pero, si cede ¿cuál cambio se estaría propiciando? Y ya conocemos los resultados de todas las reformas presentadas: no aprobarla, demandarla, archivarla sin discutirla, etc.

Todo cambio desestabiliza, en cierto sentido, genera “caos”. Además, todos somos bastante apegados a las cosas como siempre han funcionado, aunque sepamos que no funcionan bien. Y, en todo cambio, algunos pueden salir afectados. Todos quisiéramos que no fuera así pero así es.

Para mí, Petro tiene un proyecto de país que me gusta, me parece muy solidario, muy justo con los más pobres, con ese horizonte ecológico tan urgente en la actualidad, con una sed de paz que deberíamos tener todos, etc. Algunos dicen que no sabe pasar todo eso a la realidad, pero lo que yo he visto, como ya dije, ha sido proponer reformas por los cauces adecuados, pero todo lo frenan, lo distorsionan, lo manipulan. En este sentido, los medios de comunicación hacen una labor muy eficiente: presentan absolutamente todas las noticias de manera negativa. Cada vez que escucho a los y las periodistas no logro entender por qué modelan de esa manera la conciencia de los oyentes y, desafortunadamente, lo logran. Después uno oye a la gente repitiendo exactamente lo que dijeron los medios de comunicación, con la misma perspectiva, sin ningún criterio, totalmente convencidos de lo que allí se dice. ¿Podrán decir algo diferente estos periodistas pagados por los ricos del país que no están dispuestos a ceder ni un mínimo de privilegios?

Durante estos casi tres años he seguido “las noticias del cambio” -todo aquello que no se publica en los medios hegemónicos y yo veo muchas cosas que se han hecho en las regiones y en muchos aspectos. Todo puede tener su critica y nada es suficiente, pero que ha habido cambios los ha habido. Para mí no ha sido un gobierno perdido sino luchado, no es un gobierno que ha defraudado sino que ha develado la férrea oposición de los que manejan este país, no es un gobierno sin ideas, planes, proyectos para hacer de Colombia un país mejor sino un gobierno al que se le quiere acabar porque no se le perdona a Petro su pasado guerrillero -como si eso no hubiera sido su forma de comprometerse socialmente según se entendía en su momento-, no se le perdona que no sea de la clase dirigente que siempre ha manejado el país, no se le perdona que conozca tanto el país y pueda explicar las causas de nuestra situación con nombres propios y hechos verdaderos.

A mi no me extraña esta férrea oposición al gobierno del cambio porque ¿dónde se ha visto que la gente quiera un cambio que favorezca a los más necesitados? ¿dónde se ha visto que a la gente le importe el bien común y no sus propios intereses? ¿dónde se ha visto que las personas estén dispuestas a desinstalarse para comenzar a generar un cambio?

En fin, seguro que algunos de mis lectores tendrán objeciones ante todo esto y, muy posiblemente podrán mostrar la otra cara de la moneda y hasta tendrán mucha razón. Pero a lo que yo no me resigno y, en verdad me duele, es constatar que muchos de los que se oponen al cambio se digan creyentes. Desde la fe, cómo no poner la suerte de los pobres, en primer lugar, en lugar de la riqueza de los empresarios; cómo no poner en primer lugar el cuidado de la creación que las ganancias por la explotación de los recursos minerales; cómo no poner en primer lugar los esfuerzos por la paz que la lucha armada que durante 60 años de conflicto armado en Colombia no ha logrado sino acrecentar la muerte y así, podría seguir enumerando muchas cosas que jamás había escuchado de todos los gobiernos neoliberales que hemos tenido en las décadas pasadas.

La movilización ciudadana es necesaria para conseguir cambios porque, definitivamente, esa mayoría del congreso asentada en sus privilegios, no dejará que nada cambie y tantos consumidores de los medios hegemónicos tampoco dejarán que nada cambie. Espero que el siguiente gobierno continue la línea de este gobierno porque yo prefiero alimentar todos esos valores humanos propuestos por este gobierno, sabiendo que hay que lucharlos ahora y después y más adelante, que seguir la lógica del mercado, de la ganancia, del individualismo, de la ley del más fuerte, que tan bien se vende y cautiva a tantos fácilmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.