El don de la fe y
de la misión encomendada
XXVII Domingo del
TO 5-10-2025
Olga Consuelo Vélez
En aquel tiempo, los apóstoles
le dijeron al Señor: Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvieran fe como un
granito de mostaza, dirían a este sicomoro: Arráncate de raíz y plántate en el
mar, y los obedecería ¿Quién de ustedes, si tiene un criado labrando o
pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Ven enseguida y ponte a la mesa”?
¿No le dirán más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y
bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tienen que estar agradecidos con
el criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: cuando hayan hecho todo
lo que se les ha mandado, digan: Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer (Lc 17, 5-10)
El evangelio de hoy corresponde a
un discurso de Jesús a los apóstoles en su viaje a Jerusalén. Les habla de los
escándalos, las ofensas entre los hermanos, la fe y el servicio. Nos
referiremos a los dos últimos temas que corresponden al texto de este domingo.
La petición sobre auméntanos la
fe, aparece en los sinópticos, con algunas diferencias. En Mateo hay dos
referencias a la fe, como un grano de mostaza. La primera, en Mateo 17,
hablando del grano de mostaza y del monte que se movería si tuvieran fe y nada
sería imposible para ellos. Y, la segunda, en Mateo 21, después de que Jesús
seca la higuera y los discípulos se asombran, les dice que si tuvieran fe no
solo secarían una higuera, sino que, si le dijeran a un monte que se arrojara
al mar, así lo haría. Por tanto, si algo se pide con fe en la oración, se
cumplirá. En Marcos 11 encontramos el mismo texto refiriéndose a la higuera y
terminando con la referencia a la oración. Lucas es el único que habla de un
sicomoro y de arrojarse en el mar, pero añadiendo: plantarse en el mar. También
se refiere a un sicomoro en el texto de Zaqueo (Lc 19, 4). El mensaje del texto
es claro: no hace falta pedir que les aumente la fe. Si esta existe, lo que se
pide, se cumplirá.
Los siguientes versículos sobre
los siervos inútiles, son totalmente contrario a lo que Lucas dijo unos
capítulos atrás (Lc 12, 37) donde el amo llega y si encuentra despiertos a sus siervos
los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirles. En este texto dice que los siervos
le servirán al Señor y lo harán porque es lo que tienen que hacer, terminando
con la afirmación “son siervos inútiles que han hecho lo que tenían que hacer”.
Como vemos, los ejemplos o parábolas que pone Jesús, según lo hemos dicho en otros
comentarios, pueden tener diversos significados todo depende del objetivo que se
pretenda en cada ocasión. En este texto, aunque les está enseñando a sus
discípulos y a la gente que le sigue (que, ciertamente, no deben tener siervos
por no ser de los ricos del tiempo de Jesús), nos hace pensar que le está
hablando a los fariseos y les quiere enseñar sobre la necesidad de la humildad
para no sentirse mejores por cumplir los preceptos, sino que hacen lo que tienen
que hacer.
Al querer entender estas
enseñanzas de Jesús para nosotros, conviene no caer, en el primer caso referido
a la fe, en entenderla como un poder mágico que nos obtendrá sucesos
extraordinarios. La fe es la aceptación confiada en el mensaje del reino y si
apostamos por vivirlo, con seguridad lo lograremos. Y, en el segundo caso,
siempre es necesario saber que ni la llamada ni nuestras realizaciones nos
hacen mejores ante Dios. Es una misión que se nos confía gratuitamente y, al
aceptarla, hemos de realizarla con la misma gratuidad porque, llevarla a
término no es solo fruto de nuestro propio esfuerzo sino, sobre todo, de la
gracia divina que el mismo Señor nos regala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.