Como
José, colaborar con el plan de Dios para la humanidad
Cuarto
Domingo de Adviento (21-12-2025)
Olga
Consuelo Vélez
El nacimiento de Jesús, Mesías, sucedió así: su
madre, María, estaba comprometida con José, y antes del matrimonio, quedó embarazada
por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no
quería denunciarla públicamente, pensó abandonarla en secreto. Ya lo tenía
decidido, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José,
hijo de David, no temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura que
espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien llamarás Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se
cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta: Mira, la
virgen está embarazada, dará a luz a un hijo que se llamará Emanuel –que
significa: Dios con nosotros. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el
ángel del Señor le había ordenado y recibió a María como esposa (Mateo 1,
18-24).
Estamos en
el IV domingo de Adviento, muy cerca de la navidad. El texto de Mateo quiere
explicarnos los antecedentes del nacimiento de Jesús recordando que María
estaba comprometida con José, pero quedó embarazada por obra del Espíritu Santo.
Por esto se puede afirmar que el hijo de María es Hijo de Dios. Ahora bien,
¿qué papel juega José en este nacimiento? Por una parte, el evangelista deja
claro que José es un hombre justo y, en ese sentido, el ángel se le aparece
para que no rechace a María y, por el contrario, la reciba en su casa. El “no
temas” que le dice el ángel no se refiere a un temor humano ante una situación
inesperada, sino el temor reverencial ante Dios mismo que lo está vinculando a
la historia de salvación y le dará un papel en este acontecimiento. El ángel le
da la tarea a José de ponerle el nombre al niño. Y, una vez José despierta,
hace todo lo que el ángel le había dicho.
Mateo
escribe a los judíos y por eso es tan importante para él que se cumplan las
escrituras. Antes del pasaje que hoy consideramos, Mateo señala la genealogía
de Jesús porque quiere mostrar que es descendiente de David como lo habían
anunciado las escrituras. Pero recordemos que en esa genealogía cuando llega a
José no afirma que él engendró a Jesús sin que era el esposo de María de quien
nació Jesús. De esa manera logra completar esa genealogía. Por eso era
importante el pasaje que hoy consideramos para entender cómo José recibe a
María en su casa y de esa manera puede unirlo a la descendencia de David.
Además, Mateo señala que con este acontecimiento se está cumpliendo lo dicho
por el profeta Isaías; un virgen está embarazada y dará a luz un hijo al que
pondrán el nombre de Emanuel, que significa Dios con nosotros. No queda duda,
entonces, que las escrituras se están cumpliendo y el Mesías esperado está a
punto de llegar.
Preparemos
el corazón para la llegada del Niño, alegrándonos por el Dios que se va a
quedar entre nosotros y del cual recibiremos toda gracia y salvación, en la
medida que, cómo José estemos dispuestos a secundar el plan de Dios sobre la
humanidad, confiando en su palabra y haciendo todo lo que Dios nos pida.
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